
Tendinitis del supraespinoso
🏋️♂️ Tendinitis del Supraespinoso en el Deporte: Causas, Síntomas y Tratamiento
La tendinitis del supraespinoso es una de esas lesiones silenciosas que arruinan entrenamientos, partidos y temporadas completas. Afecta a atletas de todos los niveles y es especialmente frecuente en deportes que exigen mucho del hombro: tenis, natación, béisbol, crossfit, entre otros.
¿Dolor al levantar el brazo? ¿Molestia constante en el hombro? Es hora de prestar atención.
En este artículo exploramos de forma clara y directa qué es la tendinitis del supraespinoso, por qué aparece, cómo reconocerla y, lo más importante: cómo tratarla y prevenirla si te apasiona el deporte.
🔍 ¿Qué es el Supraespinoso y por qué es tan importante?
El supraespinoso forma parte del famoso manguito rotador, un equipo de cuatro músculos encargados de mantener tu hombro estable y funcional. Este músculo en particular ayuda a levantar el brazo y mantener la articulación firme cuando lanzas, nadas, levantas pesas o haces cualquier movimiento por encima de la cabeza.
Cuando el tendón que lo conecta al hueso del hombro se inflama, aparece la tendinitis. Y créeme, el dolor no es nada sutil.
🎯 Causas comunes en deportistas
Movimientos repetitivos
Deportes como el tenis, el vóley o la natación castigan el hombro con acciones constantes. Con el tiempo, esa repetición pasa factura.Sobrecarga o mal técnica
Levantar más peso del que toca (o con mala técnica) es una receta segura para el desastre tendinoso.Golpes o traumatismos
Caídas o choques durante entrenamientos o partidos pueden inflamar el tendón directamente.Anatomía desfavorable
Algunas personas nacen con una forma del acromion (una parte del omóplato) que “roza” el tendón y lo irrita.Falta de preparación
No calentar, no estirar o entrenar sin una base sólida de fuerza predispone al hombro a lesionarse.
🚨 Síntomas: ¿cómo saber si lo tienes?
Dolor en la parte frontal o lateral del hombro, sobre todo al levantar el brazo o hacer movimientos por encima de la cabeza.
Debilidad muscular que afecta el rendimiento deportivo.
Rigidez, especialmente al despertarse o tras reposo.
Chasquidos o clicks durante ciertos movimientos.
Inflamación local, que a veces es visible o palpable.
🩺 Diagnóstico: confirmarlo es clave
El diagnóstico debe hacerlo un profesional de la salud (fisioterapeuta u ortopedista), y suele incluir:
Historia clínica detallada
Examen físico funcional
Pruebas específicas del manguito rotador
Ecografía o resonancia magnética si se necesita descartar lesiones más graves.
Evaluación de la técnica deportiva y la postura, porque muchas veces el problema viene de ahí.
🛠 Tratamiento: cómo recuperarte sin abandonar tu deporte
Reposo inteligente
No se trata de quedarte quieto, sino de evitar lo que duele. El descanso es parte del tratamiento, no un castigo.Fisioterapia personalizada
Ejercicios de movilidad, fortalecimiento del manguito rotador, técnicas manuales y reentrenamiento funcional.Medicamentos (con juicio)
Antiinflamatorios pueden ayudar en la fase aguda, pero no son la solución a largo plazo.Infiltraciones (si es necesario)
Corticoides para controlar el dolor puntual. Deben usarse con cuidado y bajo criterio profesional.Terapia de ondas de choque
Ideal en casos crónicos donde el tendón necesita un «empujón» para regenerarse.Cirugía (último recurso)
Solo si el tratamiento conservador fracasa y el dolor o la limitación funcional persisten.
🛡 Prevención: mejor prevenir que dejar de entrenar
Calienta siempre antes de entrenar. No es opcional.
Mejora tu técnica. Un mal gesto repetido es una receta para la lesión.
Fortalece el manguito rotador con ejercicios específicos.
No sobreentrenes. Respeta los descansos y la recuperación.
Escucha a tu cuerpo. Si algo molesta, atiéndelo. No seas héroe innecesario.
✅ Conclusión
La tendinitis del supraespinoso no tiene por qué ser una sentencia. Con atención, tratamiento adecuado y buenos hábitos, puedes recuperarte por completo y seguir practicando tu deporte al máximo nivel.
¿Dolor en el hombro? No lo ignores. Consultá con un fisioterapeuta deportivo que pueda guiar tu recuperación y evitar que esta lesión vuelva a aparecer. Tu rendimiento –y tu salud– te lo van a agradecer.